jueves, 24 de julio de 2008

El Cotillo - Fuerteventura

No es costumbre del que les habla marcharse unos días sin avisar, como tampoco lo es hablar sobre sí mismo en tercera persona, pero cuando las vacaciones se presentan sin un duro en el bolsillo, sin nada interesante que anunciar, mejor hacerlo a hurtadillas que gritando un triste me voy. Y sin embargo, en estas dos semanas, las cosas fueron mejor de lo que esparaba.

Un improvisado billete de ida a fuerteventura para mi y otro para mi chica, un coche de alquiler y la caseta de campaña en el maletero para dar algo de sentido a aquello del carretera y manta, fueron suficientes para convertir quince días de vacaciones en una experiencia inolvidable. Si a eso le sumamos dos días de conciertos gratuitos al aire libre en uno de los lugares con más encanto del archipiélago canario, la experiencia se convierte en la excusa perfecta para huir del inminente jaleo que se me avecinaba si me quedaba en Tenerife, algo que no me apetecía demasiado.


El Cotillo es uno de esos pocos paraísos que quedan en Canarias donde disfrutar de las cosas sencillas en un entorno paradisiaco, sin enormes complejos hoteleros ahogando el ambiente, sin restaurantes de comida rápida, sin un hormiguero de turistas guiados por un Tour Operador sin escrúpulos. El Cotillo es un pueblecito de pescadores al norte de Fuerteventura flanqueado por playas de lava y arena blanca en las que, dependiendo de la altura de la marea, se forman impresionantes piscinas naturales. La escasa población local de la zona se confunde con todo tipo de personajes bohemios atrapados por su encanto, que van de acá para allá al volante de furgonetas convertidas en casas ambulantes o auténticas autocaravanas que llevan a otro extremo el concepto de calidad de vida, tan desvirtuado últimamente por los medios.

Sin embargo, ese espíritu salvaje que se respira en El Cotillo corre el riesgo de desaparecer. Por lo pronto ya han prohibido acampar o intalar furgonetas en toda la costa, en favor de la construcción de apartamentos y complejos hoteleros. El temible rumor de las palas mecánicas se escucha avanzar inexorable entre carteles de obra y cortes de tráfico bajo la batuta de un político con una idea de progreso económica completamente en contra de los deseos de sus habitantes. El asfalto empieza a ganar terreno a la tierra.


No es la primera vez que hablo de paraísos explotados. Lo que le ocurrió a La Caleta de Adeje se puede repetir en El Cotillo, un pueblo que corre el riesgo de convertirse en otra atracción turística más de fuerteventura, en un corralejo en miniatura. Aprovechen ahora para disfrutar de él, porque quizás en un futuro no muy lejano ya no exista.

4 Comentarios:

lupuscanis on 7/24/2008 12:37 p. m. dijo...

Es una pena nopoder hacer nada para evitar que lugares como éste desapaezcan, pero frente a políticos y a los potentados estamos indefensos.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Es una pena lo que quieren hacer con El Cotillo, afortunadamente en Fuerteventura todavía quedan muchos rincones casi vírgenes. Recuerdo estar perdido en la playa del Cofete, a la que se accede por una carretera de tierra sin asfaltar, y estar solo con mis amigos, sin nadie más. Fuerteventura es una isla preciosa con unas playas impresionantes, esperemos que no suceda lo mismo que aquí acabemos viendo los hoteles a 10 metros del mar.

Ligia on 7/24/2008 4:15 p. m. dijo...

Hace ya muchos años estuve allí, y lo recuerdo como un lugar maravilloso. Da pena que no se pueda hacer nada para conservarlo así. Abrazos

Martín Garrido Ramis on 9/29/2008 3:58 p. m. dijo...

Interesante tu forma de pensar.

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

RSS

Recibe las novedades en tu E-Mail:

o suscríbete al RSS con tu Lector de Feeds habitual

 

Los números

Top Blogs canarias

Look Closer Copyleft © 2006 | Plantilla modificada por Miguel Mora a partir de un diseño de Ipietoon para Free Blogger Template

Esta obra y su contenido están bajo una Licencia Creative Commons