Hace casi tres años publiqué una nota al respecto de los usos que se hacían de la cocaína en un pasado no demasiado lejano, antes de su prohibición en Europa y Estados Unidos por sus "riesgos seductores", desde pastillas milagrosas hasta vinos y extractos revitalizantes completamente legales. El caso es que el otro día estuve leyendo un post de Suso en Coscorrón de Razón dónde hablaba precisamente de lo mismo y dónde descubrí que no sólo la Cocaína se usó como remedio terapéutico en aquellos años, también la heroína y el Opio fueron habituales entre los farmaceuticos de la época. La propia Bayer, después del lanzamiento de la bendita aspirina, comercializó un producto con forma de jarabe que aliviaba varias enfermedades pulmonares, incluida la tos infantil, a base de heroína, supuestamente con un poder adictivo menor que la morfina.
Estas fugaces miradas al pasado derivan en dos reflexiones tan interesantes como antagónicas. Por un lado uno podría llegar a pensar que la cocaína, el opio o la heroína no son tan peligrosos como los pintan si formaron parte de tal cantidad de medicamentos durante décadas. Por el otro, da miedo imaginar qué sustancias ahora permitidas estaremos suministrándole a nuestro organismo sin saber a ciencia cierta cuales son sus efectos y si serán o no prohibidas en un futuro por nuestros descendientes.
2 Comentarios:
No lo sabía, buen post.
Hola Miguel.
Soy Suso, administrador de "Coscorrón". Para empezar, agradecerte el post y las referencias. Para continuar, decirte que coincido plenamente en tu reflexión: ¿qué nos estaremos metiendo en el cuerpo sin conocer sus efectos a medio-largo plazo??? Y se me viene a la cabeza el ejemplo del amianto, empleado durante años como aislamiento hasta que se descubrió su responsabilidad en el desarrollo de tumores cancerígenos. Y por supuesto, era un material cuyo empleo estaba totalmente autorizado por las autoridades!!
Bueno, pues nada más, un saludo. No leemos...
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